El golpe de una almohada me hizo abrir los ojos como platos y como me suponía que era Brooke quien lo había hecho, mientras ella se reía yo la fulminaba con la mirada.
-Oye, que te ocurre.- Exprese histérica.
-Despierta, primero, tenemos que ir a desayunar y luego a las clases.- Resople.
-Está bien.
Me levante a regaña dientes de la cama para luego ir al baño, darme una ducha y lavarme los dientes, me vestí con esto:
Peine mi cabello y espere a que Brooke terminara de arreglarse para salir.
Caminamos hacia la cafetería a desayunar, tome unas tostadas con jugo de naranja y nos sentamos en una de las muchas mesas que había.
-Y dime… ¿cuál es tu talento?- Pregunto Brooke mientras comíamos.
-Pues… yo canto.- Conteste tratando de no recordar el insoportable pasado.
-A mi me encanta tocar el piano.- Sonreí.
-Genial…
-Buenos días Juliet.- Dijo una voz masculina tras de mí, que hizo que Brooke abriera los ojos como platos y se quedara algo embobada viéndolo, me volví hacia él y era Matt.
-Matt, buenos días para ti también.- Exprese tratando de sonar alegre.
-Puedo sentarme.- Pregunto sonriendo.
-Claro, porque no.- Contesto Brooke rápidamente antes de que pudiera decir algo, enarque una ceja.
-Mathew, te quiero presentar a mi compañera Brooke, Brooke él es mi caballero amigo Matt.- Los presente, Brooke sonrió y estrecho su mano, Matt rio.
-Desde cuando soy caballero para ti.- Pregunto entre risas.
-Desde que llegue aquí.- Conteste sonriendo, seguimos desayunando y hablando mientras Brooke me lanzaba miradas muy extrañas.
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