Luego de desayunar, nos dirigimos cada uno a sus clases, Brooke a la del piano y Matt y yo a la de canto.
Cuando llegamos, me senté junto a él.
-Bueno, buenos días chicos, para los que no me conocen, mi nombre es Michael Wilson y soy su profesor de canto.- Se presento un señor alto, algo flaco y de cabello color caramelo, le calculaba 35 o 38 años.- Mathew, reparte las partituras por favor.- Le ordeno, él obedeció, tomo las hojas y empezó a repartirlas, en cuanto termino se sentó de nuevo sin quitarme la mirada de encima, cosa que se me hizo extraño.- Hoy empezaremos con algo suave, voy a elegir a uno de ustedes para que pase al frente y cante un poco.-Todos levantaron la mano y yo hice todo lo contrario, no tenía ánimos de cantar y mucho menos ahí.
-No quieres cantar.- Murmuro Matt, negué con la cabeza y me encogí en el asiento.
-A ver…- Empezó a pasear su dedo por todos hasta que se detuvo frente a mí, me paralice por completo.- ¡Tú! - Dijo sonriendo, negué con la cabeza.- Pasa al frente…- Reviso un papel y luego se volvió hacia mí.- Juliet.- Expreso ansioso, trague saliva y me digne a levantarme.
Me pare frente a todos que estaban mirándome y cerré los ojos con fuerza, trate de cantar pero de mi boca no salía nada bueno ya que tenía un nudo en la garganta, empecé a negar con la cabeza.
-No puedo.- Dije respirando hondo.
-Está bien Juliet, ve a sentarte.- Me ordeno el Sr. Wilson, asentí y me volví a sentar con la cabeza clavada en el suelo, me mordí el labio para evitar las lágrimas.- Mathew, pasa al frente.- Él asintió y se levanto rápidamente.
Definitivamente su voz hizo que mi tristeza disminuyera, cantaba muy bien, con cada nota me deleitaba, simplemente… música para mis oídos que trataban de olvidar tan oscuro y triste pasado, pero aunque lo intentara era totalmente imposible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario