En vez de publicar un episodio, les traigo un one shoot echo por mi, espero que les gusten y COMENTEN!! please!! :)
Unas leves sacudidas me hicieron abrir los ojos completamente irritada, mi familia sabía que odiaba cuando me despertaban y más, de esa manera.
-¡Mamá dice que despiertes, quiere que le ayudes con la fiesta de esta noche!- Dijo mi fastidiosa hermana Mallory, me senté sobre la cama y la fulmine con la mirada.
-Esfúmate.- Gruñí irritada, me saco la lengua y se marcho, resople.
Me levante a regañadientes de la cama, me fui al baño a lavar los dientes y darme una ducha para terminar de despertarme, me vestí con una blusa amarilla, un cardigán gris con unos jeans y unas bailarinas amarillas, arregle mi cabello y baje las escaleras.
-Miriam, hazme un favor… ve al supermercado y traes esto.- Me ordeno mi mama mientras me daba una gran lista, la mire con los ojos abiertos como platos.
-Mama, estás loca, terminare la próxima navidad.- Replique exaltada.
-No seas exagerada, hazlo y punto.- Me atajo, bufe.
-Pero… es Nochebuena.- Enarco una ceja, eso significaba que me tenía que rendir.- Esta bien, lo haré.- Rezongue poniendo los ojos en blanco.
-Toma, quiero todo lo de la lista.- Me recordó lanzándome las llaves del auto, las tome sin problemas, me puse mi abrigo y salí de la casa.
Conduje al supermercado, aparque el auto, baje y camine hacia adentro con cuidado para no resbalar sobre el hielo.
Ya adentro, comencé a buscar todo lo de la lista, estaba fastidiada ya que nunca me había gustado hacer las compras y menos en navidad, eran muchas cosas para mí.
Cuando iba a tomar el último champagne que quedaba, una mano lo tomo por mí antes de poder aunque sea tocarlo, alce la vista y me encontré con unos hermosos ojos caramelo, por un momento me perdí en sus ojos pero luego reaccione y lo logre detallar, cabello castaño oscuro, piel bronceada y unos labios carnosos quienes formaban una encantadora media sonrisa, algo de ellos me pareció conocido.
-Toma, puedo buscarlo en otro lugar.- Dijo extendiéndome la botella, la tome y sonreí tímidamente.
-Eh… G-gracias.- Espete nerviosa, él rio ante mi reacción.
-Jim.- Se presento extendiendo su mano hacia mí.
-Miriam…- Dije estrechando su mano.
-Lindo nombre, para una linda chica.- Me sonroje.
-Gracias…
-Bueno, nos vemos Miriam…- Se despidió con un beso en la mejilla y se desapareció entre la multitud.
Conduje de vuelta a casa pensando en ese chico tan lindo que por casualidad lo había conocido, yo solo deseaba que lo volviera a ver algún día, sería mi día de suerte.
Cuando entre a la casa con las bolsas en mis manos, suspire románticamente y fui a dejar cuanto antes las bolsas en la cocina, para correr hacia mi habitación, pero antes de que pudiera hacer algo, Mallory me detuvo.
-Porque tan feliz, por lo que sé, te habías ido contra tu voluntad.- Dijo enarcando una ceja.
-No es tú problema enana.- Le revolví el cabello y me apresure a subir las escaleras para encerrarme en mi habitación.
Pase toda la tarde arreglándome para la fiesta de navidad que siempre hacíamos todos los años –Sin excepción-, aunque era algo estúpido porque siempre tenía que sonreír hasta que mis pómulos me dolieran y soportar a que muchas ancianas te digan “que linda”, “como has crecido” o “Tengo nietos”, era tan molesto.
Me puse mi hermoso vestido rojo carmesí que acentuaba mi cintura, mis sandalias de tacón negras, me maquille sencillamente y me solté los rollos de mi cabello, dejando caer unos perfectos rulos rubios bien ondulados, tome mi abrigo negro y salí de la habitación.
Podía escuchar los cuchicheos de la gente en el primer piso, me di una rápida mirada en el espejo y baje las escaleras con mi sonrisa hipócrita.
Como les dije antes, todas las ancianas con lo mismo, yo solo asentía y sonreía, mientras mis padres hablaban con sus amigos y mi hermanita con sus compañeritos, yo me senté junto a la gran mesa que estaba llena de comida, tome un poco de champagne y comencé a tomar.
-¡Miriam!- Dijo una entusiasmada voz femenina, alce la vista y me encontré con que era la Sra. Nichols, vecina de enfrente.
-¡Hola…!- Dije siguiéndole el juego.
-Como te ah ido.
-Bien y usted Sra. Nichols.
-Muy bien, gracias Miriam, te quiero presentar a alguien.- Puse los ojos en blanco y sonreí.- Él es mi nieto Jimmy, vino a pasar navidad y año nuevo conmigo, no lo recuerdas.- Claro, ya lo recuerdo, él era el chico que hace 3 años me salvo de unos niños que querían hacerme una broma y también el mismo chico del supermercado, alce la vista y nuestras miradas echaron chispas.
-Jimmy… mucho gusto.- Dije sonriendo, pero esta vez sin fingir.
-Bueno, los dejare para que platiquen.- Anuncio la Sra. Y se fue caminando.
-Porque no me lo habías dicho.- Espete atónita.
-Porque se me había olvidado.- Asentí lentamente.
-Gracias por salvarme, héroe.- Él rio.
-De nada, damisela en apuros.- Puse los ojos en blanco.
Pasamos hablando toda la fiesta, cuando pusieron música lenta me tomo de la mano y me hizo levantar de la silla para llevarme hacia afuera pero se escuchaba la música.
-Me concede esta pieza.- Pregunto cortésmente.
-Claro.- Conteste sonriendo.
Paso sus brazos por mis cintura y yo los míos por su cuello, empezamos a dar pequeños círculos sin dejar de mirarnos, en su rostro se fue formando una encantadora sonrisa que me hizo sonrojar.
De repente empezó a inclinarse hacia mí mirando mis labios con deseo, termine de acortar distancia para posar sus labios con los míos, me apretó contra él y beso comenzó a subir hasta llegar a besarme apasionadamente, sentí que él tiempo se detuvo por un momento y que solo quedamos él y yo en el mundo, hasta que el reloj de la cuidad sonó anunciando que era medianoche, sonreí entre sus labios y me aparte un poco.
-Feliz navidad.- Susurre, el sonrió y volvió a posar sus labios con los míos…
q bn esta muy bueno has una historia te quedo muy bnme encanta muchos besos
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