Era fin de semana por la noche y no tenía nada que hacer, lo único que se me ocurrió fue irme a un lugar a solas, a la azotea, necesitaba pensar en muchas cosas, pero lo más insoportable que menos quería pensar era… en ese día, que por desgracia, recordé.
-Recuerdo-
Estaba totalmente aburrida y no sabía qué hacer en absoluto, era sábado y tenía que salir o sino moriría –literalmente-.
Decidí preguntarle a mi hermano si quería acompañarme a un concierto el cual mis amigos me habían comprado las entradas pero tenía “cosas que hacer” pero ya todo lo había terminado,- como siempre- entre sin tocar y el yacía tocando su guitarra acústica, estaba componiendo una canción.
-¡Justin!- Grite para asustarlo, él pego un salto y salió de su inspiración.
-Juls, tenías que ser tú.- Dijo divertido, solté una carcajada y me recosté sobre el marco de la puerta.
-Tú, yo, ahora, al concierto de 30 seconds to Mars.- Propuse abanicándome con las entradas, se rio.
-Juliet, tengo que terminar esto, no puedo.- Me cruce de brazos.
-Oh vamos, no seas aguafiestas, es sábado por la noche.- Insistí con cara de perrito.
-Juls, te propongo algo.- Sugirió, me puse pensativa y asentí.- Yo te llevare y te buscare cuando el concierto termine, ¿trato?- Me propuso.
-¡Justin!, así no vale.- Replique cruzada de brazos.
-Entonces no hay trato, tengo que hacer esto.
-¡Eres de lo peor!, está bien.- Rezongue divertida, el se rio y sonrió.
Nos escabullimos antes de que mis padres se dieran cuenta que saldríamos tarde. Íbamos cantando por todo el camino, era tan divertido estar junto a él, estaba cantando cuando se quedo mirándome como tonto, enarque una ceja.
-Que miras.- Pregunte divertida.
-Cantas excelente, cuantas veces te lo eh dicho.- Contesto sonriendo, me puse pensativa.
-Veamos… 2.899 veces… ¡al día!- Soltó una carcajada.
-Solo digo la verdad.- Dijo encogiéndose de hombros.
-Tonto.- Reí.
Me dejo en el concierto y se marcho. Disfrute cada segundo del concierto, fue genial, estaba en la zona VIP y podía ver a Jared Leto de cerca, era tan guapo, el celular empezó a vibrarme en mi bolsillo, cuando vi el identificador de llamadas era Justin, conteste rápidamente.
-¿Diga?
-Juliet, en donde rayos estás.- Esa voz sin duda no era de Justin, era una voz femenina que reconocería en donde fuera, era mi mama y no se escuchaba bien.
-Mama, que haces con el celular de Justin.- Pregunte extrañada, se podían escuchar unos sollozos en la otra línea.- Mama, que está pasando.- Pregunte ahora preocupada.
-Justin…- Dijo llorando.- Justin, tuvo un accidente.- Termino de hablar con voz ahogada, todo mi cuerpo se tenso y mi celular se resbalo de mis manos, cayó al suelo mientras yo salía corriendo de ahí hacia el hospital, cuando llegue… ya él se había ido.
-Fin del recuerdo-
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